El problema que enfrenta la minería lo podemos resumir en una experiencia reciente. Un muchacho, callado durante toda las Vistas Públicas de un proyecto del que presentábamos su Estudio de Impacto Ambiental, me hizo una pregunta que entendí a los 15 minutos: -“Y usted, ¿Dónde vive?”
Le conté que pasaba con frecuencia por el lugar a disfrutar de las playas y su deliciosa comida, y que sería testigo de cómo el proyecto y su impacto en la comunidad. Claro, yo pasaría, ellos, los comunitarios, estarían ahí. ¿Recuerdan la historia de la gallina comprometida y el cerdo involucrado?
La Responsabilidad Social Corporativa trata sobre las formas en que las empresas pagan el derecho a operar en las comunidades donde residen. Pero ¿Cuándo se compra? ¿Cómo se compra? Durante la historia del proyecto, mediante prácticas que mitiguen los reales impactos que su actividad provoca.
Sin entrar en consideraciones sobre si se debe explotar o no, el caso Loma Miranda deberá redefinir hacia el futuro el cómo las empresas mineras interactúan con las comunidades de su entorno. Hemos aprendido que un nuevo derecho a operar no se comprará con promesas hacia el futuro, sino hoy.
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