El Consejo Interamericano de Seguridad (CIAS) fue el principal promotor de la prevención de riesgos laborales en Latinoamérica en los años 80 y 90. El Seminario de Control de Pérdidas que ofrecían Darío Barreto y Glen Mickey en Costa Rica en mayo de cada año era un rito a cumplir por todo iniciado. Lamentablemente, el CIAS no se renovó, y murió con el nacimiento del nuevo milenio, cuando el internet hizo innecesario esperar sus revistas para enterarnos de la actualidad en el área.
Las discusiones recientes sobre los 20 elementos del Programa de Seguridad exigido por el Reglamento de Seguridad y Salud en el Trabajo, 522-06, nos han hecho volver sobre el material del seminario del CIAS, que contempla en su programa 21 elementos, 17 de los cuales son similares a los exigidos por la Secretaría de Estado de Trabajo (SET). Los 20 elementos de la SET fueron referenciados de los requeridos por Det Norske Veritas (DNV), pero en las discusiones sale a relucir que estos no contemplan requerimientos para aspectos como regulaciones nacionales, la administración de los programas, objetivos y metas, documentación y registros, entre otros componentes que son exigidos por los sistemas de gestión certificables como las normas ISO, OHSAS, entre otros.
Corporaciones internacionales con filiales en el país tienen programas de 13, 15, 17 elementos, adaptados a sus necesidades y estándares de cumplimiento, los cuales sobrepasan los 20 exigidos por la SET, pues incorporan los aspectos que citamos como falencias en el Reglamento 522-06. Sin embargo, la modificación a la exigencia actual tendrá que esperar, pues deberá cubrirse una primera etapa de conocimiento por parte de los usuarios para que las propuestas de cambios puedan recoger las necesidades y experiencias de todos ellos, grandes y pequeños, desarrollados e incipientes, locales e internacionales.
Mientras, hacemos dos observaciones: una, aunque el cronograma de implementación permite la gradualidad, lo cierto es que implementar elementos sin considerar otros que son su base, es poco práctico y al final, quien desee establecer programas efectivos, deberá ir delante del cronograma. Dos, se debe dar un giro al requisito de 20 elementos, permitiendo que las empresas definan internamente cuántos trabajarán en función de sus riesgos, siempre apegados a la exigencia de lineamientos básicos a considerar en ellos. No fue casual que hiciéramos la referencia del CIAS: sólo queríamos recordar las cosas que pueden suceder cuando nos ponemos de espalda a los tiempos.
20/12/2008
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