En el 2010 República Dominicana exportó 137 millones de dólares en materiales para reciclaje, mientras 982 millones ingresaron por las exportaciones agrícolas y agroindustriales, lo que significa que por cada 7 dólares salidos de fincas, fábricas e invernaderos ingresó 1 dólar de Duquesa y chatarreros.
Fuente: Diario Libre, 26 de mayo del 2011, un artículo sobre la economía de la basura de Yvone Alcántara y una noticia sobre los esfuerzos del Senado para apoyar la agricultura. Si comparamos la estructura que existe detrás del sector agropecuario con la informalidad del reciclaje, el número asombra.
Aquí la clasificación en el hogar es inexistente y recién se comienza a promover en las escuelas. Es por eso que la iniciativa de un supermercado por señalizar sus fundas para que sean usadas para segregar la basura en vidrio, papel y cartón, metales, plásticos y desechos orgánicos es de gran significación.
¿Qué no tiene caso clasificar los desechos si al final se juntan todos? Cierto, pero la realidad es que los “buzos” se encargan de “pescar” lo que tiene valor, y con esta iniciativa se aumenta el potencial de recolección. Ojalá y pronto otros comercios estén imitando o ingeniando nuevas formas en esta línea.
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