Las últimas semanas la aprobación en el Congreso Nacional de las modificaciones al Código de Trabajo por el Senado y la Ley de Residuos por la Cámara de Diputados han concentrado su discusión en el impacto económico que su entrada en vigor supone para las empresas. Sin embargo, hay otros aspectos que traen consigo que al interior de estas que nos tocan desde la gestión de seguridad, salud y ambiente.
 
En el caso del nuevo código laboral, la incorporación del teletrabajo implica también la responsabilidad por la prevención de riesgos laborales para el teletrabajador por parte de su empleador. Cómo vamos a abordar la inspección del sitio de trabajo (la casa, por ejemplo), la evaluación de riesgos existentes en ella (¿es apropiado el mobiliario?), o la investigación de accidentes que puedan ocurrir durante su ejercicio? El teletrabajo no es nuevo, si la obligación por seguridad en él.
 
En el caso de los cambios a la ley de residuos, como ya se sabe, el incremento de los pagos por partes de las organizaciones se basa en sus ingresos anuales, sin importar que hace para reducir la generación. ¿Cuál es reto? La identificación de oportunidades de aplicación a los bonos verdes que la misma ley 225-20 establece para aquellas organizaciones que implementen proyectos vinculados con la gestión y aprovechamiento de residuos como forma de contrarrestar estos incrementos en los costos. Hasta el momento el uso de los incentivos previstos por esta ley ha sido escaso para no decir nulo.

Aunque no estamos en la génesis nos toca lidiar con las consecuencias y ante los hechos consumados debemos procurar que la gestión EHS o SSM demuestre su capacidad de agregar valor a la organización actuando antes de que se comiencen a presentar los primeros casos de accidentes en casa o el aumento de los pagos por impuestos nos resten recursos.